La Técnica Alexander se viene practicando desde hace más de 100 años.
F. M. Alexander (1869-1955) fue un actor australiano que tenía problemas de voz, y que, ante la imposibilidad de obtener un diagnóstico y tratamiento adecuados por parte de los médicos que visitaba, él intentó resolver por sí mismo.
Un riguroso y laborioso proceso de observación, del que da detenida cuenta en su libro “El uso de Sí Mismo”, le llevó a la solución de esos problemas y a la elaboración de la técnica que lleva su nombre, cuyas implicaciones van mucho más allá de la resolución de problemas vocales.
Desde entonces, primeros del siglo XX, su Técnica se viene enseñando y practicando con éxito; y desde 1930, año en que F. M. Alexander inició el primero, funcionan los cursos de formación de profesores de tres años de duración.
El trabajo de Alexander ha sido confirmado por la investigación científica y ha recibido el respaldo de prestigiosas autoridades en el campo de la medicina y la educación, entre quienes cabría destacar al profesor Nikolaas Tinbergen, Premio Nobel de Medicina y Fisiología de 1973.
En 1958 se constituyó en Londres la Sociedad de Profesores de Técnica Alexander, que junto con sus filiales, en España APTAE, vela por el mantenimiento del rigor en la formación de los profesores y por los altos estándares profesionales y éticos.
La popularidad y el interés por la Técnica no dejan de crecer, así como el número de profesionales que la practican.
En 1996 fue incluida como tratamiento en la seguridad social inglesa (NHS) y numerosas compañías de seguros del Reino Unido la han aceptado como tratamiento contra el dolor (WPA, Allied Dunbar, Prime Health, Norwich Union).
Su enseñanza ha sido incorporada en reconocidas instituciones tales como el Actor’s Studio de Nueva York, la Metropolitan Opera, Juilliard School o Eton College. En España forma parte de los planes de estudio de algunas escuelas de teatro y conservatorios de música.